Es un proyecto que contribuye a la formación de los estudiantes promoviendo el desarrollo del pensamiento crítico y una mayor motivación e integración con el objetivo de tener una mejora sustancial de las habilidades sociales. Las instalaciones también estimulan la capacidad para integrar a la vida real los conocimientos aprendidos, asegurando en el largo plazo el aprendizaje autónomo y la creatividad, formando un espíritu autocrítico y emprendedor.

Surge por la fusión de dos escuelas: CIM-ORT y Colegio Hebreo Sefaradí, con el propósito de construir una mejor versión educativa, identidad lingüística y cultura hebrea que da lugar a la creación del nuevo colegio OLAMÍ ORT. Un proceso que va más allá de la reconfiguración de espacios para crear una nueva forma de aprender y convivir.

Lo más atractivo del proyecto es la adaptación de los edificios existentes, aprovechando toda la infraestructura y logrando —por medio del diseño— un nuevo programa arquitectónico que recibe a los métodos interdisciplinarios de enseñanza actuales, como el aprendizaje basado en proyectos, donde el alumno trabaja todas las materias relacionándolas entre sí.

En los espacios que corresponden a la secundaria y preparatoria se hizo la remodelación de los pasillos, espacios administrativos, servicios sanitarios y 18 salones de clases. Los nuevos espacios se adaptan con naturalidad a la enseñanza 360° y una serie de elementos como: pintarrones móviles, corchos, muebles de guardado flexible que dan soporte a la dinámica del espacio. En los pisos se utilizó porcelanato por su resistencia y durabilidad. La paleta de color cambia dependiendo del tipo del aula y la selección de mobiliario más versátil provoca el trabajo participativo y en equipo.

Los talleres también forman parte de este importante cambio y además se comunican al espacio denominado I.D.E.A. lab que ya había sido intervenido anteriormente. Estas áreas están conformadas para clases y talleres diversos, como debate, robótica y arte; con lo que se busca que sea un portal para el aprendizaje, vinculando el conocimiento teórico con metodologías prácticas, por medio de herramientas manuales con las que están equipadas los talleres. La meta es encender la imaginación y la creatividad mediante el aprovechamiento de estos recursos multidisciplinarios en su educación.

Fotografía: Jaime Navarro